Los edificios y la maquinaria contaminantes enriquecen aún más a los países ricos

Los países ricos se están volviendo más ricos debido a las inversiones (construcción) del pasado que contaminan el medio ambiente, en gran parte a expensas de los países pobres. Así lo demuestran los datos económicos y medioambientales a largo plazo. 'La brecha entre países pobres y ricos se está ampliando.' Científicos del Instituto de Ciencias Ambientales de Leiden (CML) y colegas internacionales publicaron su investigación sobre esto en PNAS el 5 de junio de 2023.

Una característica llamativa de la sociedad humana es un aumento sin precedentes en el capital manufacturado: edificios, vehículos, máquinas y software. Producir, usar y mantener todo esto causó, y aún causa, una huella ambiental sustancial. A menudo pensamos erróneamente que las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de recursos provienen principalmente del consumo a corto plazo. Esta nueva investigación muestra lo contrario, y cómo el curso de los acontecimientos continúa aumentando la desigualdad en todo el mundo.

El primer autor del estudio es Ranran Wang, profesor asistente en el CML con sede en Leiden. Calculó las emisiones de gases de efecto invernadero y las diversas extracciones de materiales involucradas en la construcción y producción de todo el capital manufacturado desde 1970 y todavía estaba en uso en 2019:

– 254 gigatoneladas de CO2 equivalente

– 31 gigatoneladas de mineral de hierro

– 24 gigatoneladas de mineral de cobre

– 507 gigatoneladas de minerales no metálicos

– 23 gigatoneladas de madera

Los investigadores presentan la Huella ambiental heredada (LEF), por así decirlo, la huella ambiental acumulada históricamente a partir de la acumulación de capital manufacturado. Además de las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de materiales, este LEF también implica los impactos en la salud humana. Esto se mide en DALY (Años de vida ajustados por discapacidad): la cantidad de años que las personas pierden debido a una mortalidad o morbilidad prematura y los años que viven con salud reducida. El capital manufacturado global en 2019 costó 650 millones de estos AVAD, especialmente entre las personas que participaron en la extracción y el procesamiento de todos esos materiales o que desarrollaron síntomas por cosas tales como partículas.

Sorprendentemente, muchas existencias de capital de los países ricos se construyeron utilizando recursos principalmente de países pobres. Esto es particularmente cierto en el caso de los minerales metálicos. "Desafortunadamente, estas economías menos desarrolladas reciben una parte desproporcionadamente pequeña de los beneficios económicos", escribe Wang. Ella y sus colegas descubrieron que el 59 % de la huella de mineral de cobre y el 46 % de la huella de mineral de hierro del capital manufacturado actual en las 33 economías más desarrolladas proviene de países en desarrollo.

Los países en desarrollo reciben un precio único relativamente bajo por todos los materiales que suministran, mientras que pagan altos costos sociales, ambientales y de salud para extraerlos en las minas. El costo mundial en años de vida saludable (AVAD) radica principalmente en estos países. Por lo tanto, pagan un precio doble por aumentar la riqueza en los países ricos.

El profesor noruego de ecología industrial Edgar Hertwich, coautor del artículo, escribe: 'Hoy en día, el capital sigue acumulándose en los países ricos, incluida China. La brecha con los países pobres sigue creciendo. El desarrollo sostenible requiere inversiones en los países pobres, que tienen que depender de los recursos. Nosotros, en el mundo rico, tendremos que usar más de nuestros propios recursos, incluida la reutilización y el reciclaje de materiales presentes en nuestro stock de capital actual, para mantener nuestra capacidad productiva.'

Wang: 'Con esta investigación, estamos dando un primer paso crucial para incluir la vida útil del stock de capital en las evaluaciones de impacto ambiental. Esto proporcionará información valiosa para las decisiones de inversión. Espero que esta investigación inspire a los responsables políticos a adoptar un enfoque más justo y sostenible de la acumulación de capital».